POR FELIPE SÁNCHEZ CRUZ
-ESCAPARATE POLÍTICO
MIÉRCOLES 08 DE JUNIO 2022
NADIE entiende al Servicio de Administración Tributaria. Solicitó que todos los ciudadanos actualizaran su constancia de situación fiscal o se dieran del alta ante el SAT, sin estar preparado; sin ampliar horarios de atención, sin tener una plataforma lo suficientemente robusta para atender el tsunami de trámites que se vendrían con la medida.
Con el cambio al sistema de facturación 4.0, la autoridad hacendaria complicó no solo esto sino generó un cuello de botella también con otros trámites como la Firma Electrónica (FIEL)
Aunque una constancia “podría” fácilmente actualizarse vía internet, eso no resultó así. Desde su página de internet –inservible ante la saturación– es imposible generar el documento. Por muchas horas que dedique a tratar de imprimirlo, al NO lograrlo, el paso siguiente es sacar una cita a través de la red. Los funcionarios de la dependencia indican que es la cosa más sencilla del mundo, práctica e instantánea; la realidad es que es IMPOSIBLE.
DE POR sí será engorroso ir a las oficinas del SAT a que le tomen huellas (hasta el iris de los ojos se ha sumado a los candados para impedir la suplantación de identidad) PEOR es invertir miles de horas en internet para “pescar” una cita que permita cumplir con el trámite.
NO FALTARON los vivales que comenzaron a vender citas para trámites, hasta en mil pesos (ojo autoridad) o los cafés internet que con 170 pesos ellos “mágicamente” SÍ podían cumplir con el trámite de impresión de constancia de situación fiscal.
LA PRESIÓN, las críticas en las redes sociales y en los medios tradicionales pudo haber influido en que la autoridad RECONOCIERA el error y prorrogara el requisito que saturó, en época de pandemia, las sedes del SAT a lo largo del país.
BUROCRACIA
SI ALGO nos REAFIRMÓ el COVID es que hay una gran cantidad de empleados del gobierno estatal (los más de 13 mil trabajadores de base en esta ciudad, para ser más específicos) que no tienen razón de ser. No obstante –gracias al cobijo del sindicalismo– es inamovible la función (única) que tienen; la de abultar las nóminas gubernamentales.
DESDE 2020, los aludidos, tienen como “labor” única recibir su quincena completa y negarse a “retornar” a sus labores por “temor a los contagios”. Pero qué tal SÍ acudieron, por ejemplo, a las festividades realizadas el pasado mes de mayo, en el marco del día de las madres. En esa celebración. No hubo “temores” por la pandemia.