PRIMER ENCONTRONAZO

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Tal como lo vaticiné en mi entrega de ayer. El choque de trenes ya se dio al interior del partido Morena por la candidatura a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, pero la cena de negros apenas empieza.

La primera colisión, brutal, fue entre el beodo edil Oswaldo García Jarquín y Salomón Jara Cruz el “hombre fuerte”, mejor dicho, el absolutista del Lopezobradorismo en Oaxaca. 

Aún aturdido por el vapuleo que recibió del senador que lo anuló abruptamente como candidato a la reelección con un discurso de cinco minutos, el peor presidente municipal que haya tenido la capital oaxaqueña condujo una carta y la estrelló contra su adversario. Fue el primer encontronazo.

Lo menos que descubre en esa misiva es el tamaño del despotismo y la ambición desmedida de quien se siente amo y señor del destino de los morenistas en Oaxaca. Oswaldo también se muestra sumiso al pedirle que saque las manos de la elección interna del candidato del Morena a la presidencia municipal. Vale releerlo.

Senador Salomón Jara:

Entiendo, aunque no comparto, tu desesperación por imponer en el proceso interno de Morena a tu aspirante para la próxima elección en la capital de Oaxaca. Escuché también en un video tus desafortunadas declaraciones; difundes mentiras y lo sabes. Así actúas y difamas a quienes no nos alineamos a tus aspiraciones y ambiciones. Tú no quieres colaboradores o aliados valiosos, tú quieres súbditos. Tu enojo es que un servidor, primero y siempre primero, pensará en su pueblo y su ciudad. Esa es mi convicción, es lo único que me llevaré cuando regrese a la UNIVAS, no sé si pronto o un poco más tarde. Te agradezco tu apoyo en las elecciones de 2016 y 2018 y te pido que permitas que la ciudadanía decida en este proceso de 2021, como sucedió en el 2018. Tenemos a un gran referente y siempre ha dicho: que el pueblo decida (rúbrica).

Con esta carta, el edil más funesto de Oaxaca capital evidencia derrota.

LOS SALDOS

Como en todo choque brutal, aunque sea político, habrá saldos negativos. Calculamos que se darán en el partido de López Obrador. Primero, por el catastrófico gobierno municipal del beodo y, segundo, por el encono y la desconfianza que está generando el absolutismo de Salomón que actúa no como político sino como un capataz al interior de su partido.

Ayer les contaba que, el que se dice “cien por ciento obradorista” Benjamín Robles “Carasucia”, también quiere ser candidato a la presidencia municipal. Él o su mujer, ambos se proponen en una coalición PT-Morena. Esta es una posibilidad muy remota, primero porque Salomón los ha vetado y, segundo, el dueño del PT el vetusto Alberto Anaya ya conoce la naturaleza felona de Benjamín.

Jesús Romero con el pegajoso slogan de “el mero mero”, igual anda en franca campaña para la alcaldía con las siglas del Morena y se ve muy decidido. 

PRIMERA DEFECCIÓN

El que también anhelaba la candidatura a la presidencia municipal de la capital es el devaluado Francisco Martínez Neri, pero todo indica que Salomón le está jugando el dedo en la boca. Aunque se apunta y advierte a través de su membrete MTO, que si el Morena “no designa a los mejores en los puestos de elección popular (casi dice yo) no se cumplirá en Oaxaca la cuarta transformación”, todo indica que lo han despachado con cajas destempladas.

Dicen allegados al exdiputado que fue coordinador de la bancada del PRD en el Congreso de la Unión que, si Morena no lo hace candidato, Martínez Neri podría llevarse su estructura al naciente partido Fuerza por México. Su capital político, si es que lo tiene, se lo entregaría al joven empresario restaurantero Jesús Ruiz Olmedo cuyo nombre ya está palomeado como candidato a la presidencia municipal de la capital.

Me dicen que este nuevo rostro en la política chapulinera ya sintió el rigor de las intrigas de la politiquería. Fue uno de los impulsores del Morena en Oaxaca y mecenas de Oswaldo García Jarquín de quien fue suplente en la planilla que perdió ante José Antonio Hernández Fraguas. Muy digno, Oswaldo no aceptó la regiduría que le correspondía y el cargo lo ocupó Jesús Ruiz siempre con la camiseta del Morena. Resulta que cuando ganó Oswaldo ni lo peló después de ser su impulsor. Hoy será candidato de Fuerza por México.

Entre tantas indecisiones, traiciones y pugnas al interior del Morena, el que avanza en caballo de hacienda el priista Javier Villacaña que, entre tantos competidores, golpes bajos y la pulverización del voto, podría ser el ganador. Hagan sus apuestas.