Raymundo Ibáñez del Castillo.
Para el gobierno de la llamada «Primavera Oaxaqueña», encabezada por Salomón Jara Cruz, serán cruciales las próximas horas y los días, porque las mil 344 plazas suprimidas por decreto, avalado por diputados de la sexagésima sexta legislatura, se ha convertido en la bomba de tiempo que le estalló en las manos y en el polvorín oportuno para los eternos grupos de presión y de chantaje, que como aves de rapiña, están a la caza de «banderas», para «montarse» en éstas y provocar «la revuelta» y el «estallido social», como ocurrió en el 2006.
Ante la evidente falta de seriedad y capacidad de respuesta del gobierno de la «Primavera Oaxaqueña», el Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDECEO), con Pedro Castillejos Villalobos a la cabeza, estaría convocando a los sindicatos de trabajadores y «organizaciones sociales», para concentrarse frente al Palacio de Gobierno e instalar un plantón indefinido.
Con los antecedentes de «la revuelta» y «el estallido social» del 2006, que pudiera repetirse en Oaxaca, 18 años después, al paro por tiempo indefinido, el STPEIDECEO, apoyado por sindicatos y «organizaciones sociales», boicotearía eventos públicos organizados por el gobierno del Estado y se radicalizarían, como en el 2006, una vez que fueron desalojados del zócalo de la ciudad y calles adyacentes, las huestes de la sección 22 del SNTE.
El STPEIDECEO, con el respaldo de sindicatos y «organizaciones sociales», estarían también, a la usanza de la sección 22, bloqueando plazas comerciales y terminales de autobuses, entre otras, con plantones por tiempo indefinido, como medida de presión, hasta que de marcha atrás el gobierno de la «Primavera Oaxaqueña» y se desista de afectar a los mil 344 trabajadores de base.
Una vez que radicalizaran sus acciones y medidas de presión, el STPEIDECEO estaría boicoteando en pleno Zócalo, la edición 127 de la tradicional «Noche de Rábanos», el próximo lunes 23 de diciembre y que atrae a miles de turistas nacionales y extranjeros, con lo cual se ocasionarían daños irreversibles a la economía de la entidad oaxaqueña y también a las costumbres y tradiciones de Oaxaca.
Así como lo hicieron las huestes de la sección 22 del SNTE en el 2006, para recuperar el Zócalo y calles adyacentes de donde fueron desalojados y mantenían un plantón por tiempo indefinido como «medida de presión» y que marcó el inicio de «la revuelta» y «el estallido social», siendo gobernador Ulises Ernesto Ruiz Ortiz, de la misma manera pretenden hacerlo ahora con la dirigencia y los agremiados del STPEIDECEO.
En caso de que hubiera la respuesta esperada por el STPEIDECEO y encontraran el apoyo de los sindicatos independientes, así como de la sección 22 del CNTE; el Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación (STPJF); la CNTE; el STEUABJO; el del SNTSS; el sindicato «3 de marzo» y el Sindicato Autónomo del Ayuntamiento, incluyendo los adheridos a la CROC, entre otros más, estarían paralizando la administración pública Estatal y la actividad económica y comercial de Oaxaca.
No cabe duda que Salomón Jara Cruz, se dejó llevar por la sed de venganza en contra del ex gobernador priista y ahora Senador morenista, Alejandro Ismael Murat Hinojosa, con todo y que le entregó en «bandeja de plata» la entidad oaxaqueña.
Jara, se cegó y no midió las consecuencias políticas sindicales, ni tampoco le importó afectar a trabajadores de base que obtuvieron este logro durante el gobierno marcado por la ineptitud y la corrupción de Gabino Cue Monteagudo, del que también formó parte como titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesquero del Estado de Oaxaca, del primero de diciembre del 2010 al 16 de abril de 2013.
Con todo y que el gobierno de la «primavera oaxaqueña», a través del Secretario de Gobierno, José de Jesús Romero López, instaló una mesa de diálogo y negociación, que por sobre el decreto avalado por la cámara de diputados y publicado en el Periódico Oficial, en una muestra de evidente debilidad, aceptó revisar cada uno de los mil 344 casos de trabajadores de base que fueron despedidos, tanto la dirigencia como los agremiados del sindicato de burócratas, no creen en las falsas promesas de Salomón Jara Cruz, a quien califican del peor traidor de los trabajadores sindicalizados.