Raymundo Ibáñez del Castillo.
Aún cuando para nadie es extraño, porque muchos han vivido en carne propia y han sido, o son, víctimas de la escandalosa, desbordante e incontrolable corrupción del gobierno de la «primavera oaxaqueña», el gobernador, Salomón Jara Cruz, se hace cómplice, al no hacer nada para ponerle un alto a esto que durante los dos últimos años (2023 y 2024); y los dos primeros del sexenio, provoca cuantiosos daños y estragos a la economía de los oaxaqueños y estrangula las finanzas de la mayoría de los 570 municipios de Oaxaca.
Otros más, como los presidentes municipales que terminarán la función con el año 2024, en la mayoría de los municipios de las regiones de la Costa, la Mixteca, la Sierra y los Valles Centrales; y no es de dudarse que también en los municipios de las otras regiones, ocurra lo mismo, han resentido durante este periodo de saqueo vil, los efectos de la corrupción, desde las entrañas del autoritarismo y del poder estatal, con la abierta complicidad del gobernador, Salomón Jara Cruz, quien finge demencia senil y solapa y fomenta este mal insoportable.
Los presidentes municipales electos, que a partir del primero de enero del próximo año, 2025, entrarán en funciones, no se resignan a correr la misma suerte que sus antecesores; se muestran preocupados por la corrupción que invade al gobierno de la «primavera oaxaqueña», porque es el saqueo más escandaloso de las arcas gubernamentales, mejor dicho», del dinero de los oaxaqueños, que jamás se haya visto en los últimos años y a lo largo de la historia de Oaxaca.
Los mismos presidentes municipales en funciones, rompieron el silencio que han guardado durante casi dos años; los dos primeros del sexenio de Salomón Jara Cruz, cansados, hasta el hartazgo, del hostigamiento y la coacción de los extorsionadores, que ofreciéndoles a cambio protección y «limpiar los gastos de los municipios en la Auditoría Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (ASFEO)», los extorsionan vilmente y les exigen a cambio, cuantiosas cantidades de dinero, a través de la red de corrupción, encabezada por la titular, Sarahí Noriega Ricárdez.
E l abuso de poder de los extorsionadores, que con toda impunidad, saquean las arcas municipales, en una actitud por demás prepotente, arbitraria e intimidatoria, haciendo alarde de que nadie los puede «tocar», ni tampoco hacerles nada, porque «están muy bien parados», presumen, a manera de convencimiento, que entre los presidentes municipales que ya aceptaron aceptado » «trabajar» con ellos, de la misma manera como lo han hecho a lo largo de casi dos años y hasta ahora, ya está en la lista, Raymundo Chagoya Villanueva, Presidente Municipal electo de la Ciudad de Oaxaca.
Para entender las complicidades de esta red de corrupción, con características de delincuencia organizada, enraizada en la Auditoría Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca ((ASFEO), basta mencionar que los mismos municipes, han puesto al descubierto, que Sarahí Noriega Ricárdez, es la esposa de Jorge Gandarillas, quien es el contacto directo entre ellos y los saqueadores, secundados por Micaela Guzmán Ricárdez y el hijo de ésta, Martín Gamboa Guzmán.
Todos éstos, se han confabulado, «para ofrecer asesorías fiscales y de obras», argumentando que con esto, «la comprobación pasa sin ningún problema», es decir, la «limpian» y en la práctica, la ensucian más, con la abierta proteccion y participación de quienes están más arriba, en las altas esferas del gobierno del Estado, e incluso, hasta fuera de éste.
La cabeza visible de la corrupción en la ASFEO, Sarahí Noriega Martínez, fue electa por 39 de los diputados locales de la LXV legislatura, como titular de ese organismo para desempeñar el cargo por 7 años, a partir del 22 de marzo de 2023; 9 meses después de que rindió protesta como gobernador, Salomón Jara Cruz; y en tal caso, a la titular de la ASFEO, le quedarían, todavía, 5 años y 4 meses más en el cargo.
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