Alfredo Martínez de Aguilar
Los ex funcionarios, uno muerto y otro aliado a Morena, ordenaron el secuestro de Israel Ramírez Bracamontes en 2007, por renunciar como Subdelegado de Gobierno y no firmar contratos de obras públicas “infladas” en decenas de millones de pesos.
El secuestro, ordenado por consigna política, fue realizado por el entonces jefe de plaza del cártel de Los Zetas en Oaxaca, Marcos Carmona Hernández, alias “El Cabrito”, recluido en el penal federal de Mengolí, Miahuatlán, sentenciado a 121 años de cárcel.
A 17 años de su secuestro en 2007 por consigna política, Israel Ramírez Bracamontes, líder por 45 años del Grupo “Lázaro Cárdenas del Río” (LAZCAR) de la Central de Abasto, rompe el silencio.
Se confirma así, una vez más, que el crimen organizado y el narcotráfico no crece y fortalece sin la complicidad de los tres órdenes de gobierno, funcionarios, políticos, policías y militares.
Israel habló de su secuestro en el programa de Televisión Oaxaca en la Mira por Regeneración Pluralidad, Editorial Corporativo de Medios de Comunicación y Mujeres, por YouTube y FaceBook.
Confesó a Raúl Castellanos, Cornelio Merlín y este columnista que su secuestro en 2007 fue ordenado por dos altos funcionarios, amigos y colaboradores cercanos del Gobernador Ulises Ruiz.
Los ex funcionarios, uno muerto y otro aliado a Morena, ordenaron el secuestro del Subdelegado de Gobierno por no firmar contratos de obras públicas “infladas” en decenas de millones de pesos.
El líder del Grupo LAZCAR de la Central de Abasto vivió un infierno durante los días y las noches del mes más terrible de su vida, “amarrado, vendado y sin comer”, en una casa de seguridad en Xoxo.
Al prolongarse la negociación para pagar 3 millones por su liberación, Israel evitó que le cortaran un dedo y lo enviaran a su familia, al pedir que le cortaran el dedo “mocho” de su mano derecha.
El secuestro fue realizado por el entonces jefe de plaza del cártel de Los Zetas en Oaxaca, Marcos Carmona Hernández, alias “El Cabrito”, recluido en el penal federal de Mengolí, Miahuatlán.
“El Cabrito” fue identificado por las autoridades federales como miembro de Los Zetas y detenido en marzo de 2011 por elementos de Policía Federal, cuando circulaba a bordo de un vehículo.
Marcos Carmona Hernández fue sentenciado a 121 años de cárcel por tráfico de drogas y portación de arma de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, diversos asesinatos y secuestros.
Confesó que ordenó y participó en el secuestro de diversas personas, a varias de ellas asesinó en Oaxaca, a quienes ahorcaba, decapitaba o daba el tiro de gracia por negarse al pago de cuotas.
Aseguró a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, que tenía el apoyo de policías municipales, estatales y ministeriales, “quienes le advertían de los operativos y acciones en su contra”.
Prueba de ello, el entonces Director de la Policía Ministerial, Daniel Camarena Flores, se negó a montar un operativo para rescatar a Israel en una “casa de seguridad” en Santa Cruz Xoxocotlán.
Desde 2020, Camarena y seis elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) están presos en el penal de Puente Grande, Jalisco, por la desaparición de dos guerrilleros del EPR en 2007.
Las víctimas de desaparición forzada en la capital oaxaqueña, en mayo de 2007, son Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, miembros del Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Marcos Carmona Hernández aseguró a las autoridades federales que Los Zetas mantenían un acuerdo de no agresión y colaboración con otros tres cárteles en el estado de Oaxaca.
alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com @efektoaguila