Alfredo Martínez de Aguilar
* Lograr el equilibrio sindical reviste singular importancia, especialmente en Oaxaca, donde la irracional disputa de contratos de obras por los sindicatos de transportistas frena el crecimiento y desarrollo.
* La pugna por los contratos de obras, incluyendo los proyectos insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha desatado una guerra sangrienta, a muerte, entre los sindicatos de transportistas.
Al aceptar la reincorporación de transportistas de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), la CTM fortalece el equilibrio sindical en el estado de Oaxaca.
En un Estado de Derecho todavía democrático, a pesar de las fuertes tentaciones regresivas hacia el autoritarismo autocrático, la Constitución prohíbe el acaparamiento y más aún los monopolios.
Por si las leyes laborales vigentes no bastaran, permanece como espada de Damocles la fortaleza global de los tratados internacionales firmados con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Para no olvidarlo, indispensable es recordar que estos tienen la fuerza y poder de las disposiciones constitucionales y establecen con plena y total claridad, sobre todo, la libertad en materia sindical.
Esta última es piedra de toque y columna vertebral del nuevo sindicalismo global. No obstante, en México subsisten prácticas viciosas de control corporativo, a través de nuevos férreos cacicazgos.
De ahí la trascendencia económica, política y social de fortalecer y consolidar el equilibrio sindical en Oaxaca frente al tráfico de influencia y escandalosa corrupción prohijadas por el viejo régimen.
Lograr el equilibrio sindical reviste singular importancia, especialmente en Oaxaca, donde la irracional disputa de contratos de obras por los sindicatos de transportistas frena el crecimiento y desarrollo.
La pugna por los contratos de obras, incluyendo los proyectos insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha desatado una guerra sangrienta, a muerte, entre los sindicatos de transportistas.
Esta trascendental acción, de gran impacto económico, político y social, es resultado en el caso de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Oaxaca, de su líder, Carlos Alberto Mejía Gil.
Mejía Gil no es un improvisado o inexperto dirigente sindical, el Subsecretario de Acción Política del Comité Nacional al lado del líder nacional, Carlos Aceves del Olmo, es profesional del derecho.
El también ex secretario general de la Sección 38 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ocupa hoy la cartera de delegado en la región sureste de México.
El objetivo fundamental es agruparse y trabajar de manera institucional con el gobierno del estado, dijo el líder estatal de la CTM al afiliar a más de 2,200 transportistas de la región de Valles Centrales.
La pega de calcas de la CTM por Carlos Alberto Mejía Gil incluyó a los transportistas de taxis, mototaxis, volteos, urvans y pipas, quienes se adhirieron a esa organización sindical en Oaxaca.
El dirigente sindical señaló que las puertas de la CTM están abiertas para todos los trabajadores oaxaqueños sin distingos de siglas y partidos políticos, sino con la idea de trabajar para todos.
Al mismo tiempo, anunció que el próximo fin de semana la CTM se fortalecerá aún más con un importante número de transportistas de la región de la Costa que, también, se adhieren a sus filas.
Los transportistas demandan a la Secretaría de Movilidad (Semovi) no “altere ruta de taxistas”, pues les ha dado la indicación de no circular por Calzada Madero y usar como entrada a la capital Riberas del Atoyac.