Alfredo Martínez de Aguilar
Se confirma, otra vez, que al igual que en el caso de las mafias del crimen organizado y del narcotráfico, sin la complicidad de los gobiernos imperiales no existirían dictaduras en el mundo.
La caída de Assad tiene consecuencias globales, incluso, en América Latina. Sin Siria, Irán no puede enviar armas y dinero a Hezbolá. Tampoco puede hacerlo con Maduro en Venezuela.
Con el fin de 2024 y a medida que se acerca 2025 los planetas se están alineando a favor de la libertad. Tras la caída del tirano Assad en Siria; se espera la caída de Maduro, Ortega y Díaz-Canel.
La caída del tirano Bashar al-Assad en Siria, en tiempo récord, tiene varias lecciones globales. Por sus repercusiones geopolíticas fue un Sábado Negro para Rusia e Irán que apoyaban al régimen.
Guardadas las debidas proporciones, la caída de la dictadura siria tendrá consecuencias enormes en el mundo como en su momento las tuvo y las tiene la caída del Muro de Berlín y de la URSS.
Bashar al-Assad huyó de Siria. Es el fin de una dictadura heredada de su padre. Los Al-Assad gobernaron a ese país durante 50 años y de la noche a la mañana, se vieron obligados a huir.
Nada dura para siempre. Deben tomar nota los dictadores bananeros como Nicolás Maduro. Los venezolanos están en guerra contra el castrochavismo desde el 11 de diciembre del 2001.
Se confirma, otra vez, que al igual que en el caso de las mafias del crimen organizado y del narcotráfico, sin la complicidad de los gobiernos imperiales no existirían dictaduras en el mundo.
Trump dijo que demostraba la “incapacidad” rusa para detener a los rebeldes en un país que han protegido por años y criticó que Barak Obama no honró las líneas rojas que había establecido.
Obama dijo en 2012 que si el régimen de Al Assad usaba armas químicas contra la población, el ejército de EEUU intervendría. Un año después el ejército sirio usó gas sarín y Obama no intervino.
La caída de Assad tiene consecuencias globales, incluso, en América Latina. Sin Siria, Irán no puede enviar armas y dinero a Hezbolá. Pero Irán tampoco puede hacerlo con Maduro en Venezuela.
En 2007 Nicolás Maduro viajó a Siria en condición de Canciller, allí se reunió con Bashar al-Assad quien fungió como puente con el grupo terrorista Hezbolá y conoció a su líder Hasán Nasralá.
Todas estas alianzas han empezado a romperse, Nasralá, máximo líder de Hezbolá ya no existe, fue eliminado por Israel el pasado septiembre y al-Assad probablemente morirá muy pronto.
La caída de Assad refleja la incapacidad del gobierno de Rusia para sostener dos frentes: Ucrania y Siria. El dictador Putin priorizó la guerra con su país vecino, dejando a su suerte a Damasco.
Por otro lado, Rusia pierde su base naval en la ciudad de Tartus en el Mediterráneo, lo que reduce su influencia en Oriente Medio. Es un cambio que afecta al mundo, desde Rusia, Europa y América.
En un ejercicio de creación de escenarios geopolíticos futuros si Vladímir Putin abandonó a Bashar al-Assad, por supuesto que abandonará a Nicolás Maduro, quien podría caer el poder en enero.
Los días del tirano castrochavista están contados. La captura de Maduro es legal en Estados Unidos, que busca aumentar a 100 millones la recompensa de 15 millones de dólares que ofrece.
La orden de captura de EEUU contra Maduro es real, se publicó en 2021 tras las acusaciones por “narcoterrorismo, corrupción y tráfico de drogas” de un juzgado de Nueva York en 2020.
La Administración de Control de Drogas estadounidense (la DEA) acusó al dictador Nicolás Maduro de “causar la entrada de toneladas de cocaína” en Estados Unidos. También Argentina lo solicita.
No hay mejor momento para liberar a Venezuela, Cuba y Nicaragua. Son cruciales los meses que vienen, especialmente enero, al asumir el poder Edmundo González y María Corina Machado.
Luego que el gobierno de EEUU reconociera a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, entre otros del mundo, la marina desplegará sus tropas durante su investidura.
alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com @efektoaguila
