Por Teodoro Rentería Arróyave
Para miércoles 1 de junio de 2022
Al gran comunicador por humano, Oliverio Duque Juárez, estupendo amigo con quien compartimos infinidad de tareas afines, siempre tendió la mano a los colegas con problemas de salud, además, la hermandad nos ubicó en las relaciones de familias. Varias veces fuimos huéspedes de su hermosa casa en Valle de Bravo, Estado de México; recuerdo con admiración el cuidado personal de sus jardines, así en plural, incluyendo árboles frondosos y frutales. Oliverio ya mora en paz en el éter eterno. Desde aquí nuestra solidaridad con su esposa Martha, con sus hijos Gerardo, Arturo, Armando y David y su nieta Karla, así como a sus incontables amigos. In memoriam.
Todos los periodistas estamos conscientes de que nuestra profesión está considerada de alto riesgo, ello desde luego de ninguna manera exonera a los que agreden o asesinan a los mensajeros en forma premeditada y cobarde, así sea en naciones en conflictos bélicos u otras que se suponen libres del terrible flagelo de la guerra, como es el caso de nuestro México, que ostenta en “tiempos de paz”, así entre comillas, el vergonzoso señalamiento de ser la nación más peligrosa para el ejercicio del periodismo.
Nuevamente la plataforma internacional de Periodistas en Español difunde la muerte de otra colega, ocurrida cuando cubría el conflicto bélico de Rusia y Ucrania.
El periodista francés Frédéric Leclerc-Imhoff de la cadena BFMTV, es el octavo reportero caído sobre el terreno desde el comienzo de la invasión.
Frédéric Leclerc-Imhoff se encontraba en la parte delantera de un vehículo que formaba parte de un convoy humanitario en Lisichansk -inmediaciones de Severodonetsk-, cuando fue impactado en el cuello por la explosión de un obús, que atravesó el parabrisas blindado del vehículo.
Fréderic estaba cumpliendo con su misión de grabar una operación de evacuación de una decena de civiles desde el frente del Este hacia territorios más seguros.
Frédéric Leclerc-Imhoff, de 32 años, ha pagado con su vida la búsqueda de información fiable, honesta, independiente, vital para nuestras democracias, porque el trabajo de los periodistas sobre el terreno es esencial para contrarrestar la propaganda de cualquier índole:
El cuerpo de Frédéric Leclerc-Imhoff ha sido trasladado de Bajmut a Dnipro para que le sea practicada la autopsia. Su compañero de BFMTV, Maxime Brandstaetter, así como la fixer, guía e intérprete ucraniana que los acompañaba, Oksana Leuta, ambos heridos leves, están siendo evacuados a Dnipro.
Para tener una idea clara sobre el sacrificio de los periodistas, desde el comienzo de la invasión, se han contabilizado cincuenta actos susceptibles de ser considerados crímenes de guerra, que afectan a unos 120 periodistas.
Qué los países en la contienda entiendan que ya deben de parar esta absurda guerra del siglo XXI. Nuestra solidaridad con los colegas victimados y con los que continúan en su valiente tarea.