Alfredo Martínez de Aguilar
El Corredor Interoceánico y el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec serán la mayor puerta de entrada a los precursores químicos de China para producir fentanilo en México, exportarlo a Estados Unidos y seguir matando estadunidenses.
Con toda la fuerza del monopolio de la violencia legítima del Estado mexicano, la Presidenta debe evitar que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se apoderen del CIIT y del FIT. García Harfuch tiene la identidad de sus cómplices.
Después de dejar de atestiguar el 2º. Informe del Gobernador Salomón Jara, en Juchitán, gran expectación y expectativas ha despertado la primera visita de Claudia Sheinbaum a Oaxaca.
Su presencia en los municipios de Santiago Astata, y Salina Cruz, pertenecientes al distrito de Tehuantepec, reviste singular importancia por la alta prioridad global del Istmo de Tehuantepec.
Las obras del Corredor Interoceánico y del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec insertan a Oaxaca y Veracruz, y a México todo en la cruenta guerra comercial entre los Estados Unidos y China.
La conclusión de las obras del Corredor Interoceánico y del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec tiene un trascendental impacto geopolítico estratégico global en materia comercial marítima.
Por encima de la trascendencia económico-financiera en materia comercial, las obras del CIIT y del FIT son asunto de seguridad nacional de prioridad triple A, para el gobierno de Estados Unidos.
Lo es por la razón que el Corredor Interoceánico y el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec serán la mayor puerta de entrada a los precursores químicos de China para producir fentanilo en México.
Y si ya de suyo el consumo de fentanilo mexicano en Estados Unidos ha provocado más de 100 mil muertes, el incremento de su importación por el puerto de Salina Cruz agravará el problema.
El fentanilo introducido por los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas principalmente por el Cártel de Sinaloa ha impulsado la última oleada de muertes por sobredosis en los Estados Unidos.
De ahí la trascendencia en materia de gobernabilidad y estabilidad político-social de México de que la Presidenta Claudia Sheinbaum, no dé carne al león de Donald Trump y sus halcones.
Para ello, con toda la fuerza del monopolio de la violencia legítima del Estado mexicano debe evitar que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se apoderen del CIIT y del FIT.
En materia de seguridad nacional, continental y global, es fundamental la defensa de la seguridad interior, evitando que la violencia pudra al Corredor Interoceánico y al Ferrocarril del Istmo.
Afortunadamente, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, cuenta con reportes de inteligencia que revelan la identidad de los involucrados con el narcotráfico en la región del Istmo.
En las redes de complicidad de la corrupción aparecen en los reportes de inteligencia, legisladores federales y locales, presidentes municipales, políticos, empresarios, militares y policías.
Decidido a preservar la cooperación en materia de migración, el gobierno de Joe Biden evitó presionar públicamente a México a intensificar el combate para desmantelar los cárteles.
Sin embargo, el presidente electo Donald Trump ha prometido un enfoque más agresivo, amenazando con desplegar el ejército estadounidense para combatir a los narcotraficantes.
Además, Trump se comprometió a imponer un arancel del 25 al 100 por ciento a los productos mexicanos si el país no detiene el flujo de drogas y migrantes a través de la frontera norte.
En respuesta a la amenaza arancelaria, la Presidenta dijo que es necesaria la “colaboración internacional” para impedir el envío de precursores a México desde “países asiáticos”.
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