Por Cipriano Miraflores
De hecho México nace como Nación Soberana con un acto ilegal del orden jurídico español, Maximiliano viola nuestra Constitución al pretender imponer una Monarquía en contra la República, Madero no respeta el orden Constitucional al levantarse en armas contra Don Porfirio.
De acuerdo a esta experiencia, el Constituyente de 1917 protege a la Constitución de todo tipo de rebeliones a través del artículo 136, es decir, no se pierde la vigencia de la Constitución a pesar de una rebelión.
Dentro del concepto de rebelión incluye a los gobiernos contrarios a ella, como es el caso de la Cuarta Transformación. Esto quiere decir que existen principios y valores políticos que defienden la Constitución que no son reformables, tales como la División de Poderes, la República, el Federalismo, el régimen de libertades, la seguridad jurídica y el Estado de derecho.
Es indispensable que el Poder Judicial convoque a los Poderes Ejecutivo y Legislativo para regresar a la vigencia de la Constitución y no seguir el camino de la tiranía.
Lo que están haciendo los Poderes Ejecutivo y Legislativo es muy grave, invitan al predominio de la fuerza y de la violencia muy por encima de la razón y de la civilidad. El talante autoritario del Jefe Máximo y de Claudia Sheinbaun no hacen ningún bien a México.
Cabecita de algodón decía que gobernar no requiere de ciencia alguna, pues ahí está el resultado: México se debate en una crisis de gobernabilidad.
Así las cosas, como Sheinbaun no quiere acatar la ley, hoy no acato los requerimientos del banco sobre mi deuda.
Pero en vía de mientras sean rabiosamente felices.
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