Mañana se cumplen 532 años de la llegada de los españoles a América (1492), de la fusión de dos culturas que SINCRETIZARON, a tal grado que hoy, nuestra lengua es el castellano y nuestra religión mayoritariamente es la católica, en fin.
DECÍA EL HISTORIADOR, JOSÉ FUENTES MARES que la historia de México está llena de contradicciones, pero que, quizá la más grande es que, en México, la conquista la hicieron los indígenas y la independencia, la hicieron los españoles.
MUCHA RAZÓN en esto; HERNÁN CORTÉS, con todo y su armamento tecnológico (de la época, porque los naturales de América aún vivíamos en la edad de piedra) jamás habría podido lograr la conquista si no hubiera sido en alianza con los nativos sometidos y lastimados por el imperio Azteca. Sí… en los antiguos mexicanos el conquistador halló curiosamente la fuerza necesaria para triunfar.
YA PARA LOS ALBORES del siglo XIX, en estas tierras (ya coloniales), el derecho a gobernar era exclusiva de los peninsulares, por lo que los criollos (hijos de los españoles nacidos aquí, hartos de ser excluidos de las ALTAS posiciones de poder, decidieron luchar por la independencia (1810-1821) para acceder a ese derecho natural que les era negado; el de gobernar la tierra en que nacieron. Esos hijos de españoles, defendían sus intereses.
EN 1492, el choque de las dos culturas trajo días aciagos, es cierto, pero los antiguos mexicanos (los nativos) tampoco éramos unos ángeles y fuimos, en parte, los que finalmente concretamos la conquista. Después de ese momento, nació una cultura nueva, una nueva identidad (es más ni México, ni España existían como tal), resulta ocioso entonces, que después de medio siglo, nuestros políticos guindas, genuflexos al MITÓMANO de Macuspana, le estén siguiendo el juego de rechazar a España (todo porque no pidieron perdón por los “horrores” de la conquista de América), buscando además absurdos distanciamientos (en un mundo globalizado) entre España y la parte de América conquistada y que hoy somos México.
MÁS ABSURDO aún si reproducimos las palabras del académico e historiador, Juan Miguel Zunzunegui, que al respecto nos recuerda que “España ha pedido tres veces disculpas a México por la <>: En 1836 España reconoció la independencia de México y se firmó un tratado de paz y se pidió olvidar cualquier rencilla del pasado, se hicieron los protocolos y se pidieron disculpas; en 1910 (en el centenario de la independencia de México) con el presidente Porfirio Díaz, se hicieron actos protocolarios de disculpas (por parte de una) delegación española; en 1991 estuvo en México el rey Juan Carlos junto con líderes de comunidades indígenas en Oaxaca y se llevaron a cabo todo tipo de actos protocolarios y se pidieron disculpas.
MEJOR que SHEINBAUM pida disculpas por los 200 mil muertos del sangriento sexenio guinda de su predecesor (fruto de una delirante impunidad); disculpas por excluir a más de 50 millones de mexicanos de un sistema de salud; disculpas porque no nos dieron el México que prometieron.
