Periodismo trascendente: Violencia en Oaxaca

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Raymundo Ibáñez del Castillo.

La violencia, se ha apoderado de la entidad oaxaqueña, al igual que en todas y cada una de las 32 entidades del país, incluyendo la Ciudad de México, en perjuicio directo e indirecto de los más de cuatro millones de habitantes de las ocho regiones del Estado de Oaxaca.

Las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la luz roja del Semaforo Delictivo, que ya se ha encendido, han alertado a la población que habita tanto en la región de la Cañada, como en la Costa, la Cuenca del Papaloapan, el Istmo de Tehuantepec, la Mixteca, la Sierra Norte, la Sierra Sur y los Valles Centrales, en donde la violencia se ha hecho presente, en mayor o menor medida.

Los más de 563 asesinatos y los casi tres mil casos de lesiones, que se han registrado durante este año 2024, hablan por si solos de los altos indices delincuenciales y de la violencia desatada en la entidad oaxaqueña, sin que haya a la vista, posibles soluciones y acciones, para poner un hasta aquí al avance de la delincuencia y de la violencia, que van de la mano

El Gabinete de Seguridad del Estado de Oaxaca, comandado por el Secretario de Gobierno, Jesús Romero López y Karina Barón Ortiz e Iván García Álvarez; el primero Secretsrio de Gobierno; la segunda, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública y; el tercero, Secretario de Seguridad Pública, respectivamente, en los que recae la gran responsabilidad en materia de seguridad, no han respondido con eficacia a la confianza de los millones de oaxaqueños, ni tampoco a la demanda de la mayoría de quienes vivimos en la entidad oaxaqueña, que exigimos más seguridad y tranquilidad para nuestras familias y menos violencia y delincuencia.

El llamado Gabinete de Seguridad, tampoco ha respondido a lo largo de casí dos años, a la confianza depositada en ellos, por el gobernador Salomón Jara Cruz, quien está obligado a anteponer el interés y la seguridad de los oaxaqueños, por encima de cuotas de poder y compromisos políticos de campaña.

Y si en casi ya dos años, no hay resultados para reducir los altos índices de violencia en las diferentes regiones de la entidad oaxaqueña y la delincuencia crece, el gobernador Salomón Jara Cruz, está en la oportunidad y también en la obligación, de reorientar la política en materia de seguridad, y hacer los cambios necesarios para frenar la violencia y la delincuencia en la entidad.

No es nada aconsejable, que la violencia desatada por la delincuencia en contra de los oaxaqueños, siga creciendo como hasta ahora y tengamos que vivir en la incertidumbre y en el terror, como desgraciadamente, ocurre en otras regiones del país y ya se ha dado en las regiones de la Cuenca del Papaloapan, el Istmo de Tehuantepec y la Costa, entre otras afectadas por las bandas delincuenciales y el narcotrafico.

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