FELIPE SÁNCHEZ CRUZ
23 DE SEPTIEMBRE 2024
ENTRE LAS PRINCIPALES demandas del movimiento estudiantil del año 1968 se encontraban:
EL COGOBIERNO, es decir, la participación estudiantil en la designación de puestos en las universidades y la libertad de cátedra, factores que permitirían garantizar la autonomía de los espacios educativos del nivel superior.
QUIÉN IBA A PENSAR que, 56 años después de aquel aciago 2 de octubre, en la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, los reclamos de esa generación serían letra muerta.
HOY, la UABJO ha pasado de ser un espacio de libre pensamiento, a una pasarela y escuela de cuadros del Partido en el poder y sus partidos satélite. En las instalaciones de la Universidad que se decía “Autónoma”, se hace de todo, menos cátedra, ante la complacencia de un rector que se ha convertido en un aplaudidor más de la Transformación de Cuarta.
CRISTIAN CARREÑO olvidó por completo el papel que debe observar un rector, habría que recordarle que es el jefe nato de la UABJO y que su comportamiento involucra a toda la comunidad universitaria. Por cierto, la postura sumisa de Carreño, ante el gobierno y lo más alto de la clase empresarial oaxaqueña, ha encendido la alerta de sindicatos y grupos representativos de la UABJO quienes ven con preocupación cómo personajes ajenos a la Universidad, se están apoderando de ese espacio educativo.
SALVO HONROSAS excepciones, los rectores universitarios han privilegiado la relación respetuosa con las instancias gubernamentales y la clase empresarial, pero en la actualidad, la subordinada posición del presunto “facturero” –al menos así lo señalan en los altos corrillos políticos y universitarios– investido como máxima autoridad universitaria, ruborizaría al más zalamero de los rectores que hubiera podido tener la UABJO.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
Y COMO si el MITÓMANO de Macuspana no tuviera ya suficientes dolores de cabeza con las protestas violentas que han realizado normalistas y activistas en Guerrero, que hasta causaron incendios en los accesos a un cuartel militar (y todavía faltan las protestas que estallarán el próximo jueves principalmente en la CDMX), derivado de la falta del cumplimiento de su gobierno para dar con el paradero de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos hace ya 10 años (26 de septiembre de 2014) y porque “nadie sabe quién ordenó el ataque a los jóvenes, por qué lo hizo, quiénes fueron cómplices. Tampoco hay una sola sentencia para los más de 100 detenidos y señalados como presuntos responsables”. (El Sol de México 22 de septiembre de 2024) Aquí en Oaxaca, el gobierno jarista espoleó también al activismo de los normalistas locales.
ESTO luego de que el pasado jueves, tras protestas realizadas por normalistas que secuestraron autobuses urbanos y camiones de carga (algunos saqueados) para montar bloqueos por toda la ciudad, finalmente los estudiantes fueron repelidos por la policía estatal, que, con gases lacrimógenos y con violentas golpizas a activistas, “disuadió” las protestas.
TODO porque alumnos de la Escuela Normal de Educación Especial de Oaxaca reclamaban su acceso a una serie de diplomados de lo que evidentemente, no tenían respuesta.
GRAN DESACIERTO del jarismo, porque los normalistas evidentemente guardaron la respuesta a la reprimenda para salir a protestar el mismo día en que realizada Obrador su última visita oficial a Oaxaca como presidente, la que le echaron a perder pues la nota nacional fueron los muchos negocios destrozados por los normalistas “reprimidos” y ante este vandalismo retador, la policía ya no hizo nada.
DE NADA sirvió gastar a raudales el dinero público iluminando la frase “primero los pobres”, en uno de los cerros de esta ciudad, o poco útil resultó lo dilapidado en espectaculares y bardas pintadas agradeciendo al Mitómano de Macuspana “su gran aportación a México durante su gobierno”. ¿Gracias por qué? ¿Por el país violento que deja con más 200 mil homicidios? ¿Por haber colapsado el sistema de salud? ¿Por una inflación que arrecia imparable? ¿Por desmantelar las instituciones? ¿Por sentar las bases de la dictadura? ¿Por una inseguridad que asfixia al país?
EN FIN, si JARA quiso quedar bien con el presidente Obrador, no lo logró porque alguien en su gobierno tuvo el desacierto de patear el avispero, en el marco de fecha tan toral para alimentar el delirante ego del Mitómano de Macuspana.
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