Por Cipriano Miraflores
Efectivamente perdimos el rumbo cuando olvidamos, hicimos a un lado, marginamos y enterramos dos principios fundamentales: Democracia y Justicia Social, esencia de la Revolución Mexicana, así, con Mayúsculas, integrada por la Independencia, la Reforma y el Movimiento Armado de 1910.
Primero, su partido cambió de rumbo a favor del mercado en lugar del pueblo; segundo, su opositor, el PAN, no supo qué hacer con el poder político; tercero, el regreso de su partido, el PRI, fue para negar esos principios.
Cuarto, el tiro de gracia fue la llegada al poder de un tipo hambriento de poder, bajo la complicidad de Peña Nieto y de su partido.
En lugar de retomar los principios fundamentales de México, el Peje, instrumenta un proyecto personal acompañado de lo más mediocre de todos los partidos, fundamentalmente de priístas.
Para el Pueblo de México que pierde la esperanza de una nación democrática y de justicia social se vuelve pragmática y vive de la inmediatez, así, vive de la mano caritativa del Peje y con eso es suficiente, se le acabó el sueño al pueblo, mientras el grupo dominante goza de las mieles del poder y de un enriquecimiento ilícito. El capitalismo de compadres es sustituido por un capitalismo de complicidades, hasta con el crimen organizado. Vean la defensa grupal del narco gobernador de Sinaloa.
Así las cosas, un México sin rumbo, dominado desde La Chingada Tabasco, no augura nada bueno.
En vía de mientras sean rabiosamente felices.
Bahni
