Se han “amafiado” cuentan en los corrillos de empleados del COBAO en alusión a la directora general, VERÓNICA HERNÁNDEZ y el líder sindical, Rufino Olea.
APENAS la víspera referíamos un comunicado en el que la base trabajadora sostiene que el compadrazgo y el amiguismo no deja de ser requisito para la escalada o asignación de posiciones dentro de esa institución.
Si ambas cabezas, HERNÁNDEZ y Olea, se aliaron para engañar a los trabajadores con una comida deplorable (tal vez no pensaban que fueran a levantar tantos manotazos) ésta, no es la única muestra de la fusión de intereses de los aludidos.
El líder sindical acaba de colocar a Miguel Ángel Olea (su hijo) en la dirección del plantel 10 (Silacayoapan), donde era empleado administrativo. Es decir, el nepotismo es una práctica que no se limita a los altos burócratas del gobierno de la Transformación de 4TA, la directora HERNÁNDEZ es un ejemplo claro (El esposo, el entenado, Etc.) sino que ahora los líderes sindicales a modo, también ya se benefician del mismo.
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