POR FELIPE SÁNCHEZ CRUZ
-ESCAPARATE POLÍTICO
MIÉRCOLES 01 DE JUNIO 2022
CIERTO que la naturaleza de los sindicatos es la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores tanto en lo individual como en lo colectivo, mejorar sus condiciones salariales, etcétera, lamentablemente esta figura pasó de ser un instrumento de protección y justicia a un arma de chantaje, corrupción e improductividad.
EN OAXACA esta última tergiversación del sindicato, es un yugo que experimenta en carne propia el mismo gobierno y sus distintas instituciones, la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, también está invadida de este cáncer, al grado que presenta seis sindicatos (y hasta con subdivisiones) de tan “lucrativos” que son éstos.
TRAS la amenaza de una “sub división” del STEUABJO de estallar su huelga la víspera, misma que dice comandar Julio César Mora (aunque no cuenta siquiera con la toma de nota por parte de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje) El mismo rector, Cristian Eder Carreño López, aseguró que la institución no cederá ante este chantaje sindical, pues la Universidad sí entregó una propuesta de incremento salarial dentro del marco de lo que es posible ejecutar.
MÁS cuando el dirigente de este mismo sindicato, que sí es reconocido como tal por parte de la JLCyA, Ariel Abelardo Luján, hace apenas unos días había anunciado conjurada la huelga advertida por el STEUABJO, desactivación lograda luego de aceptar las mejoras que contraofertó la parte patronal.
IMPOSIBLE de mesurar el chantajismo sindical, cuando desde las mismas leyes, dictadas siempre con fines electorales, siempre en beneficio de los políticos en turno, dejan perenemente en desventaja a la parte patronal, tanto que hasta al mismo gobierno se le revierten.
ESO MANTIENE hoy en quiebra a la UABJO, que entre el saqueo de sus funcionarios, las nóminas fantasmas, los “mordiscos” de los sindicatos, han convertido a esa institución en una agencia de colocaciones de empleo y en un barril sin fondo.
HAY un principio básico en el manejo de una negociación sana, el punto de equilibrio de Nash, que refiere que siempre hay que poner sobre la mesa un único escenario; donde ambas partes jueguen a ganar (ganar-ganar)
EL PROBLEMA de los sindicatos del sector público radica en que no aplican este principio, ellos sólo juegan a ganar aunque hagan perder a la contraparte.
EN EL CASO de la UABJO, ésta no recibe ningún beneficio real a cambio de los sostenidos incrementos salariales y demás mejoras en las condiciones laborales de sus sindicalizados.
HASTA los alumnos hoy están del lado del rector; hartos de los paros, de maestros ignaros, de sus instalaciones sin mantenimiento, de profesores que cobijados por el sindicalismo no brindan una educación de calidad, no hay trámites más rápidos por parte de sus administrativos –años toma a un alumno tramitar la impresión de su título profesional, después de años de haber logrado que les programaran su examen profesional– No hay escuelas más limpias por parte de los intendentes. Solo los sindicalizados ganan y claro los que los apadrinan desde la élite administrativa pero la comunidad estudiantil pierde.
Fuente de poder, de dinero, de grupos porriles de choque y moneda de cambio en negociaciones políticas, la UABJO es contemplada solo como esto. A qué grado, que ha llegado a tener hasta 2 rectores al mismo tiempo (el actual Cristian Carreño y el “renunciado” Eduardo Bautista) Han llegado a asesinar –hace un par de décadas–, dentro CU, a otro rector en funciones (Nahúm Carreño) UNA GUERRA atroz entre sus grupos, por tanto privilegio que obtienen de la institución, donde lo que menos importa es su esencia, que es una universidad, una fuente de conocimiento.
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